Como posiblemente sabréis, desde Rubvex estamos centrando esfuerzos en las subvenciones para energías renovables y, concretamente, placas solares. Es un sector en el que confiamos mucho a medio-largo plazo y que nos interesa desde varias perspectivas:
- Queremos aportar nuestro granito de arena a la transformación energética del país, especialmente ahora que muchas empresas y personas se están viendo superadas por el aumento del precio de la luz.
- Queremos orientarnos hacia este tipo de subvenciones complicadas y técnicas porque son las que más descuidan las gestorías, que en la mayoría de casos ni siquiera las realizan por su dificultad.
- Queremos, como es entendible, garantizarnos una continuidad en el tiempo como negocio, y la energía renovable será sin duda el futuro, y estará fuertemente financiada por la Unión Europea dentro de sus programas de desarrollo y englobados en el paraguas del compromiso cero emisiones 2050.
El momento de entrar a este mercado ha sido ahora porque es cuando empiezan a convocarse las subvenciones al autoconsumo del IDAE en las comunidades autónomas, llamada a ser una de las líneas de subvenciones más interesantes de los próximos años (puedes consultar nuestro post anterior donde las explicamos).
En este proceso nos hemos convertido en expertos en lo que respecta a esta subvención, la forma en la que se tramitará, el proceso, las peculiaridades, etc. y hemos tenido que, necesariamente, meternos de lleno en el mundo de la energía renovable y en concreto de las placas solares, lo que nos ha llevado a confirmar lo que ya sabíamos: Las placas solares están condenadas a ser el futuro.
Las placas solares tienen, como no puede ser de otro modo, defensores y detractores, y por supuesto no se trata de una tecnología´ perfecta, sin embargo cada vez se acerca más a serlo. En los últimos 10 años el precio de las placas se ha reducido en un 80% y cada vez se desarrollan modelos más eficientes fruto de la mejora de los componentes químicos que provocan la reacción, los materiales que forman la placa y la mejora en las técnicas de instalación.
Al abaratamiento de las placas se le une la intención de las instituciones públicas de brindar apoyo a las placas solares con actuaciones como la derogación del impuesto al sol, la convocatoria de subvenciones constantes, la dotación presupuestaria enorme de los fondos de resiliencia europeos dedicados a eficiencia energética y en última instancia el compromiso de la Unión Europea de lograr un continente de cero emisiones netas para el año 2050.
Además de lo ya mencionado, los coches eléctricos han traído consigo una revolución tecnológica de la que las placas solares se benefician enormemente: las baterías de gran capacidad. Los avances en la calidad, eficiencia y precio de las baterías hace que las placas solares sean mucho más prácticas, ya que se elimina el inconveniente de la intermitencia de suministro en instalaciones autónomas.
Pero es que no solo es que las instalaciones solares sean cada vez más respaldadas, más baratas, más eficientes y más prácticas, sino que también nos encontramos en un contexto que les favorece mucho, y es que la luz de la red eléctrica convencional no para de crecer de forma desmedida. Al final el bolsillo juega un papel muy importante, y sin mucha esperanza en que en el futuro el precio baje, las placas solares han mejorado su rentabilidad económica, ya que ahora la recuperación de la inversión es más rápida.
Por último, al margen de todas las razones objetivas, existen además razones subjetivas que también favorecen esta tecnología, y es que no para de crecer la ideología del autoconsumo, de la autosuficiencia, de la desconexión de la red de la independencia de las eléctricas, que son vistas por muchos sectores de la población con no muy buenos ojos.
Países como Alemania tienen una parte muy significativa de su red eléctrica formada por instalaciones desconectadas a la red y parece ser el modelo que se instaurará en la mayoría de países de Europa, ya que trae aparejadas muchas ventajas, especialmente ambientales (se reducen las pérdidas de potencia en el transporte), de suministro y control (un error o mantenimiento de una instalación no provoca un corte general en esa ramificación de la red) y económicos (aquellos que adoptan una energía de autoconsumo dejan de formar parte de la demanda en la red mayorista haciendo descender el precio).
En definitiva, todo invita a pensar que las placas solares están aquí para quedarse, así que no seas el último en subirte al tren. Y si necesitas un empujón, no dudes en contactarnos y te informaremos de las subvenciones disponibles a las que puedes optar.
