España está viviendo uno de los momentos de mayor intervencionismo e impulso económico de los últimos años, lo cual, entre otras muchas medidas, ha repercutido positivamente en la cantidad de ayudas y subvenciones disponibles y en las condiciones de las mismas.
El eterno debate en macroeconomía entre austeridad e inyección de capital trae de cabeza a la Unión Europea. Por una parte sabemos que inyectar de forma artificial dinero a la economía o incentivar el movimiento del mismo mediante medidas de estímulo, provoca deuda, pero también es cierto que en 2008 los países que optaron por esta estrategia fueron los que antes se recuperaron de la crisis mundial.
Europa siempre ha mirado con mucho temor a la deuda e históricamente ha optado por “abrocharse el cinturón” en momentos difíciles, limitando el gasto público. Esta vez la cuarentena nos dio tiempo para postergar la toma de decisiones, y países como Estados Unidos se nos adelantaron con medidas de estímulo no vistas anteriormente: cheques de miles de dólares en los buzones de los ciudadanos.
En Europa, y en España, no se ha llegado tan lejos, pero lo cierto es que la inyección de capital a la economía es apabullante. A las puertas del verano estamos viendo como muchas comunidades autónomas están dando ayudas a quienes decidan pasar las vacaciones en ellas, a modo de cheque vacacional o de descuentos sobre el precio del servicio.
Hemos visto también una de las líneas de subvenciones con mayor financiación y de carácter más generalista de los últimos años. Hemos visto ayudas directas para la gente que ha sufrido el ERTE, que en la práctica ha sido una gran parte del país. Hemos visto, además, como el gobierno anunciaba de la mano de la Unión Europea que éste es el camino a seguir en los próximos años y que España recibirá 70 mil millones de euros que tendrá que destinar a subvenciones.
Lo que tenemos por delante es un horizonte de apoyo y de conexión sector público / sector privado que se manifestará en numerosas líneas de ayudas y subvenciones encaminadas principalmente a compra de vehículo eléctrico, rehabilitación energética, rehabilitación estructural, ayudas directas para a la paliación de pérdida económica, digitalización y transformación tecnológica, inversión y contratación de personas desempleadas. Además seguirán apareciendo las líneas de subvenciones con cargo a los presupuestos generales del Estado de cada año.
¿Por qué trabajar con la Gestoría de Subvenciones Rubvex?
En estos momentos en los que se nos inunda a subvenciones (creernos que no pasan ni dos semanas sin que salga alguna línea ridículamente buena), es fundamental contar con un equipo profesional experto en este campo.
En Rubvex no paramos ni un segundo, y nuestro día a día transcurre entre bases reguladoras, tramitaciones, consultas a los organismos concedentes de las ayudas, resúmenes de requisitos, cálculos de cuantías, estudios de posibilidades y diseños de estrategias para alcanzar las mayores puntuaciones en cada convocatoria. No hacemos otra cosa que no sean subvenciones, e incluso para nosotros hay periodos en los que estar al día se vuelve muy complicado, por lo que tenemos que ampliar nuestras horas de trabajo (la vida del autónomo 😢).
No tiene por tanto ningún sentido pensar que nuestro trabajo ya lo hace una gestoría (no es nada personal, simplemente es algo que escuchamos de boca de algunas personas). Una gestoría no tiene tiempo material ni interés económico (ya que el beneficio que obtienen por las subvenciones no se corresponde con el trabajo que conllevan) en presentar las ayudas ni en informar de todas ellas a sus clientes.
Nosotros siempre animamos a que gratuitamente los negocios se informen con nosotros de todas las subvenciones que pueden o podían haber solicitado y se den cuenta de todas las ayudas que sus gestorías han pasado por alto y que seguirán pasando por alto en el futuro.
Es este un momento en el que los negocios no pueden permitirse estar mal informados, ya que constantemente van a publicarse ayudas a las que pueden aplicar, y si deciden contar con su gestoría para beneficiarse de estas ayudas ahorrándose algún dinero, acabarán dejando de acceder a la mayoría de las ayudas.
Nuestro sistema de precios está precisamente configurado para que prácticamente todo el coste para el cliente se cobre a modo de comisión de éxito, por lo que el cliente paga la mayor parte del precio solo en el momento en el que obtiene la ayuda, y en caso de que no se le conceda, no paga. Este modelo garantiza que por cada euro que nosotros ganamos, el cliente gana mucho más.
Todos nuestros clientes están ganando dinero con nosotros. Están beneficiándose de ayudas que ni siquiera conocían y están pagando nuestros honorarios con mucho gusto, ya que saben que nuestra relación es a largo plazo y que a lo largo de un año somos capaces de canalizar mucho capital hacia sus negocios.
Los próximos años, pero especialmente los próximos meses, serán un ir y venir de subvenciones, muchas de ellas aplicables a tu negocio, y si no quieres perdértelas cuenta con nosotros. No somos una gestoría, somos la Gestoría de Subvenciones.